"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Conferencia de Mujer
Mujeres con discapacidad de Australia advierten que la discapacidad no es un motivo clínico para la esterilización forzosa
28/06/2012
Según ha explicado Christina Ryan, de Mujeres con Discapacidad de Australia, “la discapacidad no es un motivo clínico para la esterilización forzosa”, ya que, en su opinión, se trata principalmente de un tema de género, ya que afecta a mujeres y niñas, cuyas causas son, “simplemente, sociales”, con “repercusiones dramáticas”.
Así lo ha presentado durante la celebración de la conferencia ‘Los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Mujeres con Discapacidad’, en el marco de la Conferencia ‘Los desafíos en el nuevo milenio de las mujeres con discapacidad’, organizada por el CERMI.
Para Ryan, los médicos pueden influenciar mucho, ya que su opinión está muy bien valorada y, además, ha alertado sobre el hecho de que la esterilización forzosa se da como un “hecho consumado”, ya que se trata de la mejor manera de poder controlar los cuerpos de estas mujeres y niñas con discapacidad.
“La incapacidad de las mujeres con discapacidad de convertirse en madres hace pensar que estas mujeres no pueden ser unas madres adecuadas, ya que, en muchos casos, se puede ver a las personas con discapacidad como personas no independientes, pasivas”, ha señalado.
Por otra parte, Ryan, quien trabaja para una entidad encargada de la defensa de los derechos sociales y económicos, los cuales promueven para las mujeres que surgen de la explotación tortura y maltrato, la esterilización forzosa es la negación de los derechos de una persona, ya que, según ha indicado, “su derecho a la integridad corporal y sus propias elecciones reproductivas es algo que está recogido dentro de los derechos humanos fundamentales”.
Christina Ryan ha manifestado, en este sentido, que los procedimientos para la esterilización forzosa acaban con la capacidad de una persona para poder reproducir y se debe, muchas veces, a la falta de información y al uso de la intimidación. Según ha manifestado, “no hay oposición entre discapacidad y maternidad”.
Además, ha indicado que las mujeres y niñas con discpacidad tienen el mismo derecho a la fertilidad, a la maternidad, a tener relaciones sexuales y a acceder y decidir sobre sus propios hijos, igual que el resto de mujeres sin discapacidad. Incluso, ha continuado, “la esterilización forzosa expone a una situación de vulnerabilidad al abuso sexual”.
Por otra parte, ha llamado la atención sobre la influencia que tiene la esterilización forzosa en los efectos psicológicos para las mujeres y niñas con discapacidad, perdiendo su identidad y eliminando los sentimientos de la mujer. “Se trata de una práctica sin consentimiento ni conocimiento”, ha apuntado.
Por último, ha denunciado que el tema de la esterilización forzosa se encuentra en el último lugar de la agenda política, por lo que desde Mujeres con Discapacidad de Australia se han traladado una serie de propuestas de reformas, con el propósito de que lo apoye Naciones Unidas y para que se acabe reflejando en todas las legislaciones nacionales, también.
Según ha expuesto, la defensa de los derechos humanos debería incluir este proceso de esterilización forzosa y se debería tratar también a nivel internacional. Por ello, ha trasladado su demanda de que los gobiernos destinen fondos para que las mujeres con discapacidad pueden ejercer sus derechos reproductivos con libertad.
Para lograr estos retos, ha apostado por la colaboración y unión de todos los organismos sociales y políticos. “Necesitamos maximizar nuestras voces para luchar por la prevcención de la violencia contra las mujeres”, ha agregado, y, en este sentido, ha calificado la esterilización forzosa como “una forma de violencia contra la mujer”.
“La esterilización forzosa es una violación, una tortura y un abuso”, ha aclamado, al mismo tiempo que ha sostenido que las mujeres y niñas con discapacidad “tienen derecho a disfrutar de sus propios derechos”.
La experiencia de las mujeres con discapacidad ante sus derechos sexuales y reproductivos
Todas ellas han reclamado el derecho de la mujer con discapacidad a casarse, a formar una familia y a que exista una igualdad real entre hombres y mujeres, así como que la sociedad, las familias y las instituciones trabajan para que se respeten los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres con discapacidad.
Por su parte, Catalina Devandas, embarazada de gemelos y con espina bífida, ha relatado su propia experiencia, y se ha referido a los cuestionamientos en los ámbitos familiar, institucional y personal a los que se enfrenta una mujer con discapacidad cuando quiere ser madre.
